El BALADI no es un ritmo, sino un estilo de danza popular que tiene como ritmo base un Maqsum o un Masmoudi. Es una danza muy popular y expresiva.
Baladi significa "del pueblo" o "del país", es una danza de estilo social de la población egipcia, muy terrenal ya que se baila descalza, con la pelvis enraizada en el suelo y posee una raíz folclórica muy fuerte. No necesita grandes desplazamientos, los movimientos que ejecuta la bailarina son relajados de cintura hacia arriba, los brazos mantienen poses delicadas y no se separan mucho del cuerpo. Lo que más predomina y se destaca en esta danza son los movimientos de caderas. Todo el cuerpo debe dar la sensación de que fluye de forma natural.
ESTRUCTURA MUSICAL TRADICIONAL DEL BALADI:
El baladi comienza con un taksim, que es un solo de un instrumento melódico. El más común es el acordeón, pero también podría ser un violín, un nay (flauta) o un Kanun.
El comienzo del baladi, se realiza de una manera tímida, lenta y solamente melódica. A esto se le llama Awwadi, es decir, introducción.
Seguidamente, entra la percusión y comienza un diálogo entre el instrumento melódico y el instrumento de percusión (toca uno, responde el otro...). En este diálogo se va introduciendo el resto de los instrumentos que acompañarán al instrumento melódico y a la percusión, adornándolos para darles mayor importancia; así la pieza comienza a tomar color y se van agregando más melodías (en algunos casos) y la persusión comienza a jugar más (más adornos).
La pieza musical baladi, a medida que va avanzando en el tiempo, va aumentando su velocidad, y el masmoudi o maqsum comienzan a acelerarse convirtiéndose en la mayoría de las ocasiones en un fallahi.
Para finalizar, la melodía hace un cierre y todo desemboca en un solo de tabla o percusión, contrastando muchísimo con el comienzo de la pieza.
El vestuario tradicional para realizar esta danza se compone de un vestido largo y muy ceñido al cuerpo llamado Galabeya adornado con un pañuelo en la cadera que acentúa los movimientos, y otro en la cabeza.
Se baila descalza con la pelvis enraizada en el suelo, los brazos pegados al cuerpo, relajados y elegantes.
"Aclarar también que existen canciones de estilo baladi que no siguen a raja tabla la progresión tradicional.
El baladi, antes de ser un estilo de danza es un modo de ser de la gente del campo de egipto que con el tiempo se han ido instalando en las grandes ciudades."
Dos de las bailarinas iconos de la danza que representan este estilo son: FIFI ABDO y SUHEIR ZAKI.
FIFI ABDO. Nació en El Monufia (Egipto) en 1947. Pasó toda su infancia en su pueblo, donde sus padres no pudieron llevarla a la escuela. A temprana edad comenzó a trabajar en diferentes oficios pero su pasión realmente fue el baile. A principio de los 70 la contratan para bailar en bodas y otras fiestas, y en muy poco tiempo consiguió una fama y un nombre que sonaba dentro del campo de la danza. El primer contrato en el cine llega en 1972, trabajando como bailarina y actriz secundaria. Los representantes de hoteles como Sheraton o Meridian le proponen actuar para ellos. A principios de los 90 se interesa por el teatro; comedia, música, danza, canto y drama forma parte de sus espectáculos, innovando así, el teatro musical.
Fue acosada por un exaltado fanático y los integristas se movilizaron contra su idea de formar una asociación de bailarinas egipcias. Noticia que publicó El Pais, el 17 de octubre de 2002
Debido a su enorme éxito, fue una de las bailarinas mejores pagadas de Egipto, pero también es reconocida por su generosidad hacia los más necesitados y por ser la mayor contribuyente del país durante varios años.
SUHEIR ZAKI. Nació en Almansura (Egipto) en 1944. Es considerada por los expertos como la bailarina que mejor ha sabido conservar la línea clásica de la danza oriental. El premio Nobel egipcio Naguib Mahfouz dijo de ella: "Su baile es una ópera música, donde el público participa desde el comienzo hasta el final".
A principios de los 60 el cineasta egipcio Mohamed Salem la descubre, entonces era una bailarina que amenizaba las bodas. En 1962 le propone trabajar en programas musicales para televisión. Dos años más tarde comienza a trabajar en el cine.
Fue la primera en la historia de la danza oriental en bailar las canciones de Oum Kolzoum. La decisión de bailar con la música de la legendaria Oum Koulzoum tuvo grandes repercusiones debido al prestigio y la enorme fama que tenía la gran diva de la canción árabe. desafiando a todo el mundo pero obedeciendo a su espíritu creativo, Suher eligió una canción recién estrenada: "Enta Omry" (Tú, mi vida).