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Nada Chouaib, bailarina libanesa y directora de la escuela Tarab Al-Andalus en Jerez (Cádiz) |
Revolucionaria en su época y siempre guiada por el amor y respecto hacia su arte, la egipcia Samia Gamal supo introducir nuevas influencias en la danza oriental "sin desnaturalizarla". Su ejemplo es hoy más que nunca necesario. Viendo todos los cambios que se están produciendo en la danza oriental, nos podemos preguntar:
¿Estamos perdiendo la esencia de nuestro Arte?
En realidad esta pregunta va mucho más allá de la danza oriental. Al mirar muchos vídeos de todo tipo de bailes, podemos ver que Las Danzas del Mundo se van pareciendo cada vez más una con otra, incluso entre estilos diferentes y zonas geográficas muy lejanas. Y lo mismo pasa en casi todas las artes.
Desgraciadamente, la búsqueda de originalidad sin un anclaje en la tradición tiende a convertirse en trivialidad y al fin y al cabo en una uniformidad a gran escala. Sin embargo, es normal y deseable que un arte vivo como el nuestro pueda seguir evolucionando con su tiempo.
Entonces, ¿cómo ser creativo sin perder la esencia y hace que nuestro arte sea lo que es, único y fascinante?
Definir un marco dentro del cual la bailarina tenga toda la amplitud de expresar sus ideas más personales sin desnaturalizar la danza, parece hoy más necesario que nunca. Por esta razón, mi propuesta ha sido enseñar la técnica de la danza oriental, no como la técnica de cualquier otro baile, sino tomando en cuenta sus conceptos propios.
Estos conceptos abarcan una visión del cuerpo común a la mayoría de las disciplinas holísticas originarias de oriente (desde oriente medio hasta Japón) pero además integran una filosofía y estética específica del arte islámico, y más precisamente de la zona árabe-oriental que le da su propio color. Es la razón por la cual encontramos grandes similitudes entre nuestra danza y todas las artes del mismo área cultural.
Estos conceptos abarcan una visión del cuerpo común a la mayoría de las disciplinas holísticas originarias de oriente (desde oriente medio hasta Japón) pero además integran una filosofía y estética específica del arte islámico, y más precisamente de la zona árabe-oriental que le da su propio color. Es la razón por la cual encontramos grandes similitudes entre nuestra danza y todas las artes del mismo área cultural.
Estos conceptos simples se podrían resumir de la manera siguiente:
1.- El movimiento nace en en nuestro centro anatómico (Tan tien chino, Hara japonés o segundo shakra del yoga) y regresa hacia él.
2.- La energía del movimiento se trasmite al resto del cuerpo según el eje cielo-tierra.
2.- La energía del movimiento se trasmite al resto del cuerpo según el eje cielo-tierra.
3.- El movimiento se desarrolla de manera siempre curva y fractal.
4.- El regreso hacia el centro es muy importante: la bailarina tiende a acentuarlo o a relantizarlo para enfatizar y dar todo su sabor al movimiento entrante.
Los conceptos que acabo de describir son muy sencillos pero al ejecutarlos, los movimientos se revelan muy potentes para quién los va practicando. Abarcan todos los pasos clásicos de nuestra danza y sirven de base para crear nuevos movimientos cada vez más personales. Siguiendo esta descripción, el movimiento se puede visualizar como una forma de espiral.
Los conceptos que acabo de describir son muy sencillos pero al ejecutarlos, los movimientos se revelan muy potentes para quién los va practicando. Abarcan todos los pasos clásicos de nuestra danza y sirven de base para crear nuevos movimientos cada vez más personales. Siguiendo esta descripción, el movimiento se puede visualizar como una forma de espiral.
Lo ilustra de forma maravillosa e impactante las siguientes fotos de Samia Gamal. En el 1952, el fotógrafo americano Loomis Dean colocó luces en el fajín de la bailarina para poder seguir el movimiento de su pelvis, inspirado en una técnica fotográfica del albanés Gijom Mili El resultado fue una fascinante serie de fotos publicada en LIFE MAGAZINE en la cual podemos apreciar los dibujos espirales que imprime en el aire la pelvis de Samia.
A lo largo de 19 años de enseñanza, he ido dando forma a lo que llamo la “Técnica Espiral” y que resulta ser una manera muy eficiente de resolver los problemas y dudas que he encontrado frecuentemente:
¿Como armonizar brazos y pelvis en el baile?
¿Como ser más suave y potente a la vez?
¿Como guardar siempre la elegancia moviendo caderas y pelvis?
¿Como desarrollar la creatividad sin perder la esencia del movimiento oriental?
Para compartirlo con vosotros, estoy ahora trabajando en una serie de vídeos que permitirán explicar y contextualizar estos conceptos con ejemplos muy concretos, dando un nuevo enfoque a los movimientos, desde los más simples a los más sofisticados, y con ejercicios que permitan practicar en casa.
No dudéis en compartir y comentar, y sobre todo si tenéis alguna duda, será un placer para mi aclararla.
Deseando que mi experiencia os pueda servir, os digo hasta pronto!
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