ESCRITO POR NADA CHOUAIB
¿SABES POR QUÉ EL MUNDO ÁRABE LLAMA A ALEPO “OUM EL TARAB” ?
OUM EL TARAB, significa la madre del Tarab.
La palabra TARAB en árabe viene del verbo TARIBA (sacudir). Significa estar emocionalmente sacudido o removido por un hermoso poema o música. Es un estado psicológico complejo que afecta al espectador al escuchar una pieza musical o poética. Autores clásicos lo describen como el punto de encuentro de la alegría y de la tristeza. Varios autores del pasado relatan casos de desmayos, de perdida de razón e incluso de muerte, provocados por éste éxtasis. El Tarab es la quinta esencia de la música árabe, se volvió sinónimo de canto clásico en numerosos países y por extensión se define como un estilo musical.
Como lo atestigua la literatura antigua, incluso antes de las primeras dinastías árabes en Siria, Alepo era ya reconocida por sus grandes voces y su público experto, y lo sigue siendo hasta hoy.
EL PÚBLICO MÁS EXPERTO
En Alepo existe un grupo de oyentes expertos llamados “Sammi3a”, nombre derivado del verbo “Same3” (escuchar). Son un público muy conocedor de Alepo, y los aficionados de música más expertos y más reconocidos por su juicio seguro. Son los árbitros del buen gusto y tienen el poder de decidir del éxito o el fracaso de un artista.
Una anécdota famosa cuenta los primeros pasos del compositor legendario Mohamed Abdel Wahab en Alepo a principio de los años 1930. En aquella época, Abdel Wahab empezaba solo a ser famoso en Egipto. Fue contratado en Alepo para dar dos conciertos. Era la primera vez que se producía en la ciudad de Oum el Tarab. Cuando llegó al teatro el primer día, se quedó muy decepcionado porque poquísimas butacas estaban ocupadas, quizás 7 en un teatro de 2000 plazas. A pesar de todo, dio un gran concierto como él lo sabia dar. Pero la segunda noche se quedó asombrado: las 2000 butacas del teatro estaban llenas, y 2000 personas más se habían quedado en la calle sin entradas. Abdel Wahab preguntó entonces al organizador una explicación para este cambio tan drástico. Este le contestó:
“Los que vinieron a verte el primer día son parte de la sammi3a. Nadie en Alepo iría a ver un concierto sin la aprobación de la Sammi3a. Ya que les hiciste una fuerte impresión, al segundo día toda la ciudad vino a escucharte cantar.”
Después de esto, Abdel Wahab hizo la carrera que se le conoce, volviéndose uno de los compositores más importantes del siglo XX, no solo en Alepo y en Egipto, sino que en todo el mundo árabe.
Esta historia nos enseña que en el mundo de la música árabe nadie puede alcanzar la gloria sin la aprobación de la Sammi3a de Alepo. Desde los tiempos antiguos y hasta la actualidad, Alepo es el punto de referencia del buen gusto musical y del Tarab en todo el mundo árabe.
ALEPO GUARDIAN DE LA TRADICIÓN. PUNTO DE REFERENCIA DEL ARTE MUSICAL ÁRABE
Otra anécdota interesante sobre Abdel Wahab cuenta su encuentro en Alepo con otro compositor leyendario, Omar Al-Batch (1885-1950), quien compuso obras que forman parte ahora del corpus clásico de Alepo.
Abdel Wahab viajó a Alepo en búsqueda de información sobre los Muwashahat. Una tarde, en una recepción donde todos los mejores músicos de Alepo se habían juntado, Abdel Wahab preguntó si alguien conocía algún Muwashah en Maqam al Sikah (un modo particular del sistema musical clásico árabe). Ese modo no solo era poco conocido, pero estaba considerado en Egipto como perdido desde mucho tiempo. Omar Al Batch contestó: “no solo es que tenemos un muwashah en ese modo sino que tenemos un conjunto de melodías (Wasla) entero. Pero ahora mismo no la podemos tocar porque a esta hora de la noche los astros no están alineados de la forma adecuada”. Entonces pidió a Abdel Wahab de volver la mañana siguiente.
Cuando Abdel Wahab se fue, los músicos se miraron perplejos y preguntaron a Al Batch “Porque dijiste esto? No tenemos ningún muwashah en ese modo, ahora que vamos a hacer?” Al Batch contestó “No es conveniente para una ciudad como Alepo de no tener ninguna pieza en ese modo, entonces voy a componer unas”
La misma noche, compuso no uno pero tres muwashahat en ese modo y los enseñó a los músicos y coristas. La mañana siguiente tocaron una Wasla entera en el Maqam Sikah para toda la asistencia incluyendo Abdel Wahab, quien quedó asombrado por esta música.
Esta historia nos recuerda que en el siglo XX en Alepo existía todavía un compositor capaz de crear música nueva y compleja siguiendo las reglas clásicas en cualquier modo musical tradicional, y también músicos capaces de aprender e interpretar esa música en tan solo una noche. Además mete en evidencia el papel prominente de los artistas de Alepo como punto de referencia absoluto y guardianes de las tradiciones del arte musical en el mundo árabe.
Hoy en día, Abdel Wahab y Oum Kalthoum son considerados por la mayoría de la gente como los más auténticos representantes de la música árabe clásica. Han triunfado en los medios y en el cine de la edad de oro con canciones inolvidables y han inspirado muchas generaciones de artistas. Abdel Wahab, Baligh Hamdi y los otros grandes compositores de la época propusieron numerosas innovaciones y las incorporaron a la tradición creando así un nuevo estilo de canciones capaz de alcanzar el Tarab a su vez, como sus predecesores clásicos.
Sus seguidores adoptaron éste nuevo estilo y el formato de canciones largas sin conocer el verdadero estilo clásico, la Wasla, que se ha perdido en casi todo el mundo árabe, excepto en Alepo.
Al igual de la Nawba andalusí pero al contrario de la canción larga, la Wasla es un conjunto de melodías instrumentales y vocales compuesto de partes muy distintas que desarrollan una gran variedad de energías y emociones. Su fineza y sofisticación nos inspira, y su gran diversidad puede enriquecer mucho nuestra danza. Además, la Wasla de Alepo tiene la particularidad de siempre acabar con los “Qudud”. Son canciones alegres típicas de Alepo, que invitan el público al baile. Para nosotras bailarinas, es un hermoso repertorio para explorar!
La música de Alepo tiene mucho que enseñarnos sobre el Tarab y consecuentemente sobre nosotros mismos. Desgraciadamente, debido a la guerra en Siria, muchos artistas de Alepo han tenido que dejar su ciudad, y han llevado su arte con ellos en el mundo entero. Aún así, Alepo sigue y seguirá siendo OUM AL TARAB, la madre del Tarab.
GRANDES VOCES DE ALEPO
REFERENCIAS:
.- Jonathan H. Shannon «Among the Jasmine trees»
.- Christian Poche «Dictionnaire des musiques et des danses traditionnelles de la Méditerranée”
.- Amani: "The Music Temperaments and their influences on the audience and dance choreography"
.- Aleppo Art